miércoles, abril 23, 2008

¿Qué difícil, verdad?

Encontré muy bueno este artículo en EMOL de hoy, el copy-paste es 100%. Por si no lo han leído, aquí va:

martes 22 de abril de 2008

¿Dónde estabas tú?

Por Paula Serrano, sicóloga.
Alicia era una joven universitaria, muy capaz, muy asertiva y muy antifeminista. Había estado en un colegio mixto, había sido mejor en sus rendimientos que la mayoría de sus compañeros, eligió una carrera predominantemente masculina y entró a trabajar en un mundo de hombres sin jamás sentir que fuera discriminada. Afirmaba con pasión que las mujeres que acusaban a la sociedad de machista eran unas "perdedoras", que sencillamente no se la podían. Se casó, hizo su maestría en el extranjero junto a su marido y mantuvo su certeza de que ser mujer era como ser hombre. Alicia se embarazó y sintió que entraba en un mundo nuevo para el que no estaba equipada. El embarazo fue difícil, debió hacer reposo y fue reemplazada en su trabajo por otro profesional, temporalmente. Después de que nació su hijo, los días eran largos y solitarios, su marido mantuvo su vida normal y ella debió hacerse cargo de la casa y de la guagua. Sus amigas que la visitaban no podían entender que estuviera tan enojada con la vida. Alicia estaba muy feliz de su maternidad, pero no podía asumir que la vida le cambiara sólo a ella, que su compañero de aventuras y marido, padre de la criatura, no cambiara salvo en la felicidad de llegar a casa y encontrar a su hijo sano y bien cuidado. No sólo eso, él postuló a un posgrado apoyado por ella y ella cuidó al hijo en el extranjero mientras él se especializaba. Alicia, como tantas otras jóvenes que tenían un futuro promisorio, debió optar muchas veces por la maternidad; quien sacrificó su carrera fue ella. Alicia fue abandonada por su marido después que él fuera enviado al extranjero y decidieran por razones familiares que ella se quedaría en Chile.

Hoy, el marido de Alicia es un hombre importante en el mundo, se casó de nuevo con una jovencita, da a Alicia la pensión que la ley le exige, y ve a su hijo dos meses al año. Ella trabaja hoy 10 horas diarias, tratando de vivir como quiere y de mantener a un hijo que tiene una salud precaria. El niño ha tenido un problema serio, fue maltratado, abusado, en su propia casa. La psicóloga infantil le pregunta a Alicia en la primera sesión: ¿Y dónde estabas tú? Ella ha llorado y se ha culpado y después de mucho, un día cualquiera, gritó: "Estaba trabajando. ¿Le ha preguntado usted a su padre dónde estaba él?".Nadie tiene derecho a preguntarle a una mujer que trabaja y es jefa de familia dónde estaba a las tres de la tarde de un día jueves cualquiera. Pero lo hacen a cada rato y las madres en vez de estar orgullosas de su propia valentía, como lo estaría una mujer del mundo popular, agachan la cabeza, aceptan la culpa y caminan con el corazón quebrado. Cuidemos a las mujeres que trabajan, son verdaderas heroínas.
BLOG: Lea la versión completa de esta columna y opine en http://blogs.elmercurio.com/ya
Paula Serrano.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tia bea... hoy gracias al Señor esperamos a nuestro segundo hijo..sin duda un regalo mas de Dios en nuestras vidas.. y el tema de la maternidad es cada vez mas complicado para todas las mujeres que tenemos que salir de nuestros hogares por un futuro mejor...

Este 10 de mayo celebraremos el dia de las madres en IBGF... la espero

Cariños, Monica

Anónimo dijo...

Así es, desgraciadamente hay muchas complicaciones para la madres hoy, lo peor es que los hombre no se la hacemos mas fácil, al contrario, muchas veces adoptamos el papel de otro hijo...en todo caso las nuevas generaciones son un poco mas comprensivas y ojalá los hombres se hagan un poquito mas hombres y asuman su rol de padre y esposo con la debida dedicación y responzabilidad.
Gustavo

sandra dijo...

la verdad que al menos yo, no estoy ni ahí con tener un mini mi!! Una persona es una responsabilidad muy seria, que yo no me encuentro capaz de asumir todavía. Según mi novio, a los 30 me va a cambiar el switch y voy a querer puro ser mamá. Pero porqué? No necesito tener un hijo para autocomplacerme. No tengo miedo a quedarme sola en la vida. Sí me da miedo lo que le pueda pasar al (potencial) cabro chico... Así que si hay pastillas, si hay opciones, pues sí, prefiero postergar la idea hasta el infinito. Total, hay cosas que una sí puede escoger en la vida. En Europa hace rato que hay parejas sin hijos, y yo creo que una opción muy respetable.